viernes, 27 de diciembre de 2019

Ideas antisemitas adoptadas por los nazis

Wagner y Cosima
En la década de 1870, demagogos y escritorzuelos de clase media baja en busca de un chivo expiatorio para sus dificultades económicas recurrieron a los judíos como una minoría no religiosa sino racial, y empezaron a abogar por su exclusión total. El propio Wagner había sido antisemita cultural a principios de la década de 1850, afirmando en un libro suyo, El judaísmo en la música, que “el espíritu judío” era contrario a la profundidad musical.Pero hacia el final de su vida, sus ideas adquirieron un tono cada vez más racista bajo la influencia de su segunda esposa, Cosima, hija del compositor Franz Liszt. A finales de la década de 1870, Cosima reseñaba en su diario que Wagner, cuya visión de la civilización era por entonces claramente pesimista, había leído el folleto antisemita de Wilhelm Marr de 1873 y estaba muy de acuerdo con él. Como consecuencia de este cambio de posición, Wagner no era ya partidario de una asimilación de los judíos en la sociedad alemana, sino de su exclusión de ella.

 Chamberlain
La obra de Houston Stewart Chamberlain (1855- 1927) impresionó a muchos lectores porque recurría a la ciencia para respaldar sus argumentos.Chamberlain fundió antisemitismo y racismo con darwinismo social. El científico inglés Charles Darwin había dicho que los reinos animal y vegetal estaban sometidos a una ley de selección natural en la que sobrevivía el  apto y el más débil o peor adaptado perecía, lo que garantizaba la mejora de las especies. Los darwinistas sociales aplicaban también este modelo a la especie humana. Aquí estaban ya reunidas, por tanto, algunas de las ideas clave que adoptarían más tarde los nazis.

¿Que habría sucedido si alguien viajase en el tiempo desde 1945, llegase a la Europa poco antes de la Primera Guerra Mundial y le dijese a un contemporáneo que treinta años después una nación europea pondría en marcha un programa sistemático para matar a todos los judíos del continente y exterminaría a casi seis millones.? Si el viajero invitase al contemporáneo a adivinar qué nación sería ésa, hubiese señalado Francia, donde el caso Dreyfus había provocado recientemente un virulento estallido de antisemitismo, o Rusia, donde las Centurias Negras zaristas se habían entregado a numerosas matanzas de judíos a raíz de la fallida revolución de 1905.*

*Fuente:La llegada del Tercer Reich de Richard J. Evans

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