Gonzalo Torrente Ballester hablando del apóstol Santiago cuenta que no le eligió el Señor por sus dotes intelectuales ni por otra razón humana, sino por la virtud de que era capaz su corazón. Fue de espíritu sencillo, como los otros electos, menos Judas. Éste sí que era un genio, éste sí que tenía ideas propias y opiniones personales sobre el Misterio. Por eso no acató las palabras del Señor, ni su Ley; por eso se rebeló contra la Verdad en nombre del talento y traicionó a su Maestro después de haber rechazado su magisterio.
Con respecto a Santiago de Compostela, cuenta el maestro de escritores, que creer que Compostela ha nacido ahora mismo: recibirla con los ojos como un regalo de los ángeles; y si el contemplador es protestante y no cree en ángeles, de Compostela saldrá creyente, entonces recibirla como un regalo de las hadas, si cree en ellas; y si no cree, como regalo de aquel Espíritu a quien se agarra su alma para no volverse loca. Sólo en el caso de que tampoco crea en el Espíritu, debe acudir a la ciencia, pero entonces jamás entenderá a Compostela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario