*"La destrucción de la fama de un hombre de por sí, en mayor o menor medida, vanidoso, y más aún si ha sido un triunfador, puede llevarlo al suicidio. Roldán, de hecho, sopesó tan drástica posibilidad. El Páter añadió que ese defecto, en circunstancias similares, también puede ser motivo de conversión. A quien todo lo ha tenido y todo lo ha perdido, le queda Dios.
Una vez, allá por mi adolescencia, me dijo el párroco de una iglesia rural: “Cuando alguien me pregunta en el confesionario si es pecado comer chorizo en Viernes Santo, ya sé que esa persona acabará perdiendo la fe…”.
*La canción de Roldán de Fernando Sánchez Dragó
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