Sigmund Freud |
Freud dice que sólo el amor a los demás puede poner límite al amor egoísta por uno mismo, y que ese amor ha de estar sexualmente inhibido en su meta para que un grupo artificial lleve a cabo su función civilizadora. Con esto en mente, Freud expresa incluso que la Iglesia Católica tuvo “los mejores motivos” para exigir el celibato a sus sacerdotes.
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