“En una entrevista se puede saber si una persona es un conversador agradable, y se pueden hacer algunas preguntas técnicas para descartar a quien es un verdadero inepto, pero por lo demás es una cuestión de suerte”, escribió el fundador de Bit-Torrent, Bram Cohen. El jefe de recursos humanos de Google, Laszlo Bock, dijo: “Las entrevistas son una forma pésima de predecir el rendimiento”. En la práctica, las entrevistas laborales tienen muy poca o ninguna utilidad para predecir el éxito en el trabajo, salvo lo que de todos modos puede predecirse por la experiencia laboral o la educación.
Con respecto a contratar a los candidatos cualificados con el mayor coeficiente de inteligencia, la realidad es que los tests de inteligencia tienen un escaso valor discernible a la hora de contratar. Con eso no se quiere decir que la inteligencia carece de importancia, sino que el historial laboral y la educación transmiten la misma información o incluso más. Igualmente significativo es el hecho de que las personas con un elevado coeficiente de inteligencia no son siempre unos empleados muy buenos, ya que algunos son unos holgazanes intelectuales que jamás consiguen nada, manifiesta William Poundstone.
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