viernes, 27 de julio de 2018

La actual Nicaragua del sandinista Daniel Ortega.


Los templos en Nicaragua han servido de refugio a manifestantes que escapan de los ataques armados del Gobierno sandinista de Daniel Ortega, y que han dejado unos 350 muertos desde abril, según recoge agencia Efe.


Desde junio pasado, cuando el episcopado, en su calidad de mediador de un diálogo nacional para superar la crisis, pidió al presidente Daniel Ortega adelantar a marzo de 2019 las elecciones de 2021, para superar la grave situación de Nicaragua, al menos 7 templos católicos han sido profanados.

En las últimas semanas, parroquias de Carazo, Masaya, Managua, Granada, Matagalpa y Estelí han denunciado ataques, asedio, robos y profanación por grupos de simpatizantes y civiles armados enmascarados afines al Gobierno.
Simpatizantes del Frente Sandinista
El 9 de julio en Diriamba, Carazo, obispos y sacerdotes fueron agredidos por parapolicías y simpatizantes del Frente Sandinista. Los agresores invadieron un templo y agredieron al cardenal Brenes, al nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag, así como al obispo Silvio Báez, además de los sacerdotes Edwin Román y Miguel Mántica, algunos de los cuales resultaron heridos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al gobierno de Ortega de graves violaciones de los derechos humanos. La CIDH ha denunciado "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país”.

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