Para un niño es imprescindible su osito de peluche, sus juguetes, etcétera, pero a medida que va creciendo, regala el osito y los juguetes porque ya no son imprescindibles.
Cuando crecemos de manera inteligente nos damos cuenta de que cada vez necesitamos menos cosas. Entendemos que los objetos son prescindibles y que lo imprescindible son las experiencias internas, los recuerdos, los afectos, el crecimiento espiritual, los momentos compartidos con nuestra familia y nuestros amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario