El escritor argentino Bernardo Stamatea escribía que si tu hijo se cae, no lo levantes, deja que intente hacerlo por sus propios medios. Cuando tenga dificultades, no intervengas de inmediato, deja que resuelva solo su problema. Esta es la única forma de que aprenda a desarrollar la capacidad de experimentar confusión, ansiedad y rabia. ¡No lo prives de sentir estas emociones! Marcarles límites claros y razonables. La palabra disciplina proviene del latín y significa enseñanza, educación. Los padres son maestros de sus hijos, por eso es importante que se les marque límites claros y razonables y se les explique el porqué de los mismos.
Cuentan que una mujer fue con su hijo a ver a Mahatma Gandhi para preguntarle cómo podía lograr que su hijo dejase de comer azúcar.
Gandhi le contestó: Regrese con su hijo dentro de dos semanas.
Dos semanas más tarde la mujer volvió con su hijo. Gandhi miró al niño y le dijo: Deja de comer azúcar.
¿Por qué tuvo que esperar quince días para esto? ¿No podía haberlo dicho hace dos semanas?,preguntó la madre desconcertada.
Gandhi contestó: No, porque hace dos semanas yo comía azúcar.
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