martes, 20 de mayo de 2025

La ley natural está escrita en el corazón humano

Los teólogos españoles del siglo XVI  creían, con San Pablo, que la ley natural está escrita en el corazón humano, y disponían por tanto de una sólida base sobre la cual establecer unas normas de conducta internacionales moralmente vinculantes aun para quienes jamás habían oído hablar del Evangelio(o lo habían rechazado). Se atribuía a estos pueblos el mismo sentido básico del bien y del mal, tal como se resume en los Diez Mandamientos y en la ley dorada*, que algunos teólogos casi identificaban con el derecho natural, a partir del cual podían establecer las obligaciones internacionales. Del reconocimiento de la posesión del derecho natural de los indígenas resultó otra importante conclusión. Ciertos teólogos definían el derecho natural como la única herencia de los seres humanos, antes que como posesión de hombres y bestias por igual. Esta idea sirvió de “base para una teoría de la dignidad humana y la distancia que separaba al hombre del resto de los animales y del mundo creado”. Un erudito concluye que esta visión del derecho natural como algo común a todos los seres humanos, y solo en posesión de los seres humanos, condujo “a la firme creencia en que los indígenas del Nuevo Mundo, al igual que otros pueblos paganos, tenían sus propios derechos naturales, cuya violación no podía ser justificada por ninguna civilización superior o incluso una religión superior”.
Referencia:Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental (Thomas E. Woods)
*Regla de oro o ley dorada son denominaciones para un principio moral general que puede expresarse como trata a los demás como querrías que te trataran a ti, o no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. 

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