sábado, 21 de junio de 2025

La Comunidad de Madrid produce el 19,6 % de la riqueza de toda España

Escribe José Ramón Riera en El Debate que “la Comunidad de Madrid produce el 19,6 % de la riqueza, en términos reales, de toda España, pero la actividad económica que se genera en la Comunidad de Madrid en donde se establecen las sedes de las principales empresas españoles, tanto por motivos de seguridad legal y económicos como por motivos impositivos; Madrid es una región con cero impuestos autonómicos, esto lleva a que sea la región que más recauda, con diferencia, para la Agencia Tributaria.
En el año 2007, la Comunidad de Madrid, al cierre del primer trimestre suponía en 40% de toda la recaudación de la Agencia Tributaria, mientras que Cataluña representaba el 21 % y en 2025, Madrid ya supone el 47,2 % y Cataluña el 17,8 %…..Mientras la gran economía que era Cataluña es una economía parada, sin inercia y que ha perdido todo su atractivo, que era mucho y muy importante.

La labor del educador es fortalecer y formar la voluntad de lograr metas buenas

La labor del educador es fortalecer y formar la voluntad de lograr metas buenas. La dirección en la que vaya orientada esa voluntad es una parte importante en la personalidad del ser humano. Esa disposición psíquica será esencial para la personalidad. El niño aprenderá a dirigir su energía hacia las metas que quiera lograr. Aprenderá también a moderar su deseo de ejercer un poder sobre otras personas y, en vez de esto, tomará en cuenta los deseos de los demás, escribe la pedagoga Inger Enkvist en su libro Repensar la educación .

viernes, 20 de junio de 2025

La multiplicación de los fracasos conyugales en la sociedad contemporánea

Antaño, en un matrimonio se podía no ser “feliz”, podían no verse saciadas las “necesidades del alma”, sin embargo la unidad permanecía. Al contrario, en el clima individualista de la sociedad actual, no puede invocarse ninguna razón superior para que se mantenga la unidad de la familia cuando el hombre y la mujer ya no se entienden y los sentimientos o el sexo le conducen a nuevas opciones. Es, por tanto, natural la multiplicación de los “fracasos conyugales” en la sociedad contemporánea, así como las separaciones y los divorcios subsiguientes. Y es absurdo pensar en la eficacia de medidas que puedan frenar el desarrollo de este fenómeno, ya que la base del conjunto es una modificación del orden existencial, escribe Julius Evola, filósofo y matemático siciliano.

Conviertes la noche en día, el dolor en amor, y del infierno arrancas el himno de alabanza

Dostoievski se abre sobre la Tierra y, acallando todas las demás palabras, retumba la última que Dostoievski escribió, la palabra de los niños junto a la gran piedra, el santamente bárbaro grito: «¡Hurra a la vida!» ¡Oh, vida, que con sabia voluntad creas mártires para que te canten alabanzas! ¡Oh, vida, sabia y cruel, que esclavizas a los más grandes para que pregonen tu triunfo! Quieres oír siempre de nuevo el eterno grito de Job, que resuena a través de los siglos porque reconoce a Dios en la calamidad, y el himno de Daniel y los dos jóvenes mientras sus cuerpos se abrasan en el horno de fuego. ¡Eternamente enciendes el carbón ardiente en la lengua de los poetas que haces sufrir para que sean tus esclavos y te canten con amor! Hieres a Beethoven en el oído, el sentido de la música, para que, sordo, oiga la voz atronadora de Dios y, tocado por la muerte, componga para ti el Himno a la Alegría; arrojas a Rembrandt a las tinieblas de la pobreza para que busque la luz, tu luz primigenia, en el color; expulsas a Dante de su patria para que vea el cielo y el infierno en sueños; a todos has arrojado con tu azote en tu inmensidad. Y a éste, al que flagelaste como a ninguno, también lo has convertido en tu esclavo, y he aquí que, echando espuma por la boca, presa de convulsiones, te grita lleno de júbilo: ¡Hosanna!, un hosanna santo que “ha pasado por todos los purgatorios de la duda”. ¡Oh, cómo triunfas en los hombres que haces sufrir, conviertes la noche en día, el dolor en amor, y del infierno arrancas el himno de alabanza en tu honor! Pues el más doliente es el más sabio y quien te conoce tiene por fuerza que bendecirte: ¡y éste, que te conoció más profundamente que nadie, también como nadie ha dado fe de ti y como nadie te ha amado! STEFAN ZWEIG, (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) fue un escritor enormemente popular, tanto en su faceta de ensayista y biógrafo como en la de novelista.

jueves, 19 de junio de 2025

Los felices veinte

Desde 1920 hasta 1929 Estados Unidos disfrutó de un período de expansión continuado. La economía creció a un ritmo espectacular gracias a una profunda transformación técnica. Son los años del taylorismo, del fordismo, de las líneas de montaje en cadena que redujeron extraordinariamente los costes de fabricación de todo tipo de productos modernos. Se popularizaron los primeros electrodomésticos (aspiradoras, secadores de cabello, neveras). El teléfono y el automóvil irrumpen en la vida cotidiana. Los productos eléctricos y, por supuesto, los coches eran demasiado caros para la mayoría de la gente, para que las clases medias pudieran adquirirlos, nacieron las primeras ventas a plazo. Los consumidores se endeudaron para consumir sin descanso. Fue también la época de la radiodifusión, de la construcción de los imponentes rascacielos de Nueva York, de la siderurgia, del cristal… El paro descendió a tasas bajísimas. Había bienestar y optimismo, y el jazz alegraba las salas de baile y conciertos. Son los felices veinte. En 1927, la Reserva Federal inició una política monetaria fuertemente expansiva, liberando una cantidad descomunal de fondos que fue a parar a bancos y particulares. Esa masa de dinero es la que en último lugar se utilizaría para financiar la compra de acciones ordinarias en Wall Street. Puede argumentarse que hasta 1928 las acciones de las empresas norteamericanas aumentaban de acuerdo con sus beneficios operativos. Los negocios iban bien y eso se reflejaba en las cotizaciones. Pero a partir de 1928 la bolsa empezó a subir a base de bruscos tirones hasta alcanzar niveles que ya nada tenían que ver con la rentabilidad de las empresas. Es cierto que a veces se producían correcciones en sentido contrario, pero duraban poco y la tendencia se invertía con cierta rapidez para superar ampliamente los niveles anteriores. Poco a poco, las subidas iban justificándose sólo por una expectativa de subida posterior, escribe el economista Fernando Trías de Bes.

Vender un Stradivarius

Quien ha de subastar un Stradivarius, y no es tan pobre como para que tenga que venderlo sin condiciones al mejor postor, está en una situación privilegiada, y actúa justamente si lo vende no al rico coleccionista, sino al destacado violinista que, quizá, pague la mitad, pero a cuyas manos en realidad pertenece, escribe el filósofo alemán Robert Spaemann.

miércoles, 18 de junio de 2025

Todos los hombres son semejantes

“Los estoicos (aunque no Cicerón, al que a veces se cuenta entre ellos) sostuvieron, como Aristóteles, que la perfecta amistad es la comunidad de los que son semejantes, no de los disímiles, pero también insistieron, como Aristóteles les había enseñado, en que todos los hombres son similares en tanto que por naturaleza son racionales. De lo cual se desprende que la humanidad en su conjunto era una gran fraternidad vinculada por una racionalidad común, en principio benevolente y desinteresada….El cristianismo tenía también otro modo de considerar a todos los hombres semejantes y es que todos habitaban el reino común del espíritu. Creados por el Supremo Espíritu a su semejanza, los seres humanos pertenecían a la sociedad de Dios. Aristóteles había negado que el hombre pudiera entablar amistad con lo divino ya que en esencia eran demasiado disímiles, demasiado remotos. Pero a través de la mediación de Cristo, que fue a la vez hombre y Dios, el cristianismo vinculó a los dos en una única espiritualidad”, escribe el filósofo Irving Singer.
“Jesús es una especie de alter ego de todo ser humano, una deslumbrante epifanía que revela la imagen de Dios a cuya semejanza fue creada la humanidad. En el degradado estado de naturaleza, el hombre había perdido esta semejanza, pero la venida de Cristo le mostró cómo recuperarla mediante el amor.”
Escribe Singer que “la idea de Cristo introduce….una especie de igualdad sin la cual la filia religiosa sería imposible. El amor se convierte, así, en una confianza idealizada, una amistad benevolente con todos y todo lo que importa en el universo. Lo que puede que compartieran un puñado de griegos, podía ser ahora disfrutado por todo cristiano en compañía de una deidad infinita y eterna. Al magnificar al Señor, el fiel alcanzaba un estado del alma que lo magnificaba a él mismo”.