Para la mayoría de los arqueólogos la domesticación de las plantas y los animales, es decir, la invención de la agricultura, es claramente la idea más grandiosa de la historia, pues fue ella la que produjo la transformación más profunda que ha experimentado nuestro modo de vida. La domesticación de las plantas y los animales tuvo lugar en algún momento hace entre 14.000 y 6.500 años .Sabemos con certeza que la domesticación de las plantas y los animales (en ese orden) surgió de forma independiente en dos regiones del mundo. La primera de estas áreas es el suroeste asiático, Oriente Próximo, y en particular la “media luna fértil”, que se extiende desde el valle del Jordán en Israel hasta el Líbano y Siria y una región del sureste de Turquía, y desde allí hasta las montañas Zagros, en Irak e Irán, la región conocida en la antigüedad como Mesopotamia. La segunda área en la que sin duda la agricultura surgió de forma independiente fue en Mesoamérica, entre lo que hoy es Panamá y el norte de México.
La cronología de la domesticación de animales parece iniciarse hace algo menos de 9.000 años, es decir, unos mil después de la domesticación de las plantas. Los lugares en que este proceso ocurrió se encuentran todos en Oriente Próximo, de hecho, en la media luna fértil, en sitios que, pese a no ser idénticos, se solapan con aquellos en los que empezó la agricultura. “El paso de una economía de caza y recolección al establecimiento de aldeas permanentes y una economía agrícola mixta con plantas y animales completamente domesticados, una transformación que acaso empezó con el cultivo de cereales salvajes, fue un proceso que tardó por lo menos tres mil años”. No hubo una ruptura radical; durante muchos años, la gente se limitó a cuidar “jardines salvajes” más que a tener lo que para nosotros serían parcelas o granjas claramente definidas. Debió de existir un período de transición en el que los cazadores-recolectores reunieran y seleccionaran pequeños animales. Los cerdos no se adaptaron a la forma de vida nómada, y su domesticación, por tanto, implicó el sedentarismo.
Hay un acuerdo general entre los paleobiólogos de que la domesticación se inventó sólo una vez y luego se difundió por Europa occidental e India. Si también llegó a lugares tan alejados como el sureste asiático y África central continúa siendo una cuestión debatible, y las pruebas genéticas de granjeros más recientes (en oposición a las de sus cultivos) no han resultado tan concluyentes como cabría esperar. Demuestran que los actuales griegos comparten entre un 85 y un 100 por 100 de sus genes (relevantes) con los habitantes de Oriente Próximo (Bagdad, Ankara, Damasco), mientras que los parisinos sólo comparten con éstos entre un 15 y un 30 por ciento. Algunos arqueólogos han propuesto que esto significa que no fue la idea de la agricultura lo que se difundió, sino la gente que practicaba esta idea, pero no todos aceptan que esto haya sido así.
Referencia: Ideas (Peter Watson)
Referencia: Ideas (Peter Watson)