sábado, 24 de mayo de 2025

Desde siempre la izquierda española se ha sentido incómoda con la idea y la realidad de España

Con el desarrollo del modelo autonómico trazado en 1978 se ha dado en España una curiosa paradoja, pues aunque la idea era lograr un Estado que permitiera construir la democracia, muchos han entendido que se trata más bien de usar la democracia para destruir al Estado. Si lo normal en cualquier parte es que el dinamismo propio del poder político contraste con los que en cambio debieran ser los componentes estables del Estado (la población y el territorio), estos están librados aquí a lo que cada partido piense que significa la palabra España. El desencuentro consiste en que, según se dice, ha de distinguirse a la nación del Estado, pero lo cierto es que, si de lo que se trata es de tener un Estado de derecho, ni la una ni el otro tienen títulos superiores para secuestrar las libertades fundamentales e imponer criterios autoritarios. 
Desde siempre la izquierda española se ha sentido incómoda con la idea y la realidad de España. Radicalmente sectaria, considera que el país en el que viven lo han hecho “los otros”, “la derecha”. No se reconoce en su historia, y prefiere apegarse a los símbolos que, sin excesivo rigor crítico, representan para ella otra España, los comuneros, los moriscos, los afrancesados. En los últimos doscientos años, solo en las competiciones deportivas los españoles hemos estado del mismo lado frente a un adversario común, e incluso así algún periférico ha celebrado públicamente nuestra derrota. Sin embargo, un barómetro autonómico del CIS mostraba que España es una realidad más contundente que cualquier manipulación ideológica. Una clara mayoría de españoles está en contra de profundizar el proceso autonómico, y cada vez más preferirían dar marcha atrás en la descentralización. Aunque desde la izquierda se ha hecho todo para que no nos creamos la nación, la inmensa mayoría de los españoles tiene una intensa conciencia nacional y siente orgullo de ser español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario