Adam Michnik , premio Princesa de Asturias, manifiesta que “lo que resucita ahora no es la Unión Soviética, es un proceso distinto. La URSS pensaba en el internacionalismo y en Lenin. El ideal de Putin es la reconstrucción del nacionalismo ruso. Estoy convencido de que Rusia tiene el apetito de ir más allá de Ucrania: a Moldavia, Georgia, Países Bálticos”.”Putin intenta desestabilizar en todos los lugares donde puede, los Balcanes, Siria, Venezuela. Quiere rehacer un “superimperio” a cuyo poder someter después otras nacionalidades y Estados. Por supuesto, Putin dirá que su objetivo es evitar que se persiga a los rusos en cualquier parte del mundo. Pero la verdad es que dudo mucho que bombardear la ciudad de Alepo le haya ayudado en algo a ese propósito”.
La tensión entre los totalitarismos y los países que disponen de una democracia desarrollada, “es una situación que puede conducir a una guerra. Hemos visto el viaje reciente que ha hecho Rusia desde el autoritarismo al totalitarismo. De momento no es un totalitarismo muy radical, no del tipo de Hitler y Stalin, pero está orientado en esa dirección. La única salida es parar a Putin. Podemos hacerlo de dos maneras, a través de política internacional y parando la guerra en Ucrania, y, la segunda, con política interior, no permitiendo que se repitan estados como el de Putin en Europa”.
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