En el mundo moderno el poder no es, con frecuencia, tan autoritario como parece haberlo sido en otras épocas; ya no parecen tan necesarias las justificaciones de los gobernantes para ejercer su poder. Por lo menos, para muchas de las decisiones de nuestro tiempo, especialmente las de carácter internacional, no ha sido necesaria la persuasión de las masas; el hecho es, sencillamente, un hecho consumado. Además, las ideologías que están a disposición de los poderosos, muchas veces no son admitidas ni empleadas por ellos. Por lo general las ideologías surgen como respuesta a una deposición efectiva del poder. La frecuente ausencia de legitimación persuasiva y el predominio de la apatía de la masa seguramente son dos de los hechos políticos centrales en las sociedades occidentales de hoy, escribe el sociólogo C. Wright Mills.
No hay comentarios:
Publicar un comentario