Israel es una de las grandes potencias nucleares, mientras que ninguno de sus adversarios en la región posee armamento nuclear

Israel es una de las grandes potencias nucleares, mientras que ninguno de sus adversarios en la región posee armamento nuclear, de modo que cuenta con el monopolio de la disuasión y el chantaje nucleares. No desea que ningún otro Estado de la región se le equipare en ese monopolio. Es bastante lógico. Lo mismo cabe decir de Estados Unidos, no en el sentido de que Washington tema que Teherán pueda lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos; eso sería puramente suicida, como es lógico. La razón por la que Washington teme que los iraníes desarrollen una potencia nuclear es que así podrían tener un arma disuasoria muy eficaz, o contradisuasoria, si se quiere, en toda la región del Golfo y en Oriente Medio, ante las fuerzas israelíes o estadounidenses. Más allá de eso, la adquisición por parte de los iraníes de una bomba nuclear realzaría de manera increíble el prestigio de Teherán como líder de la opinión pública musulmana, contraria a Estados Unidos y a Israel, comenta el filósofo estadounidense de origen judío Noam Chomsky.

Ahmadinejad

Las grotescas declaraciones de Ahmadinejad acerca del holocausto y de Israel; a la vista de lo que dijo, cualquiera pensaría que ese individuo está mal de la cabeza. La verdad es que esas declaraciones fueron muy bien calculadas; con ellas Irán realza su postura en el mundo musulmán, y sobre todo de cara a la opinión pública suní. El hecho de que el presidente iraní hiciera declaraciones provocadoras en La Meca, donde asistía a un congreso de los Estados islámicos en diciembre de 2005, es muy relevante en este sentido. Tales declaraciones seguramente llegan a la sensibilidad de la institución religiosa wahabí en el reino saudí. Más importante es que el líder palestino de Hamás acudiera a Teherán y expresara su apoyo incondicional al régimen iraní, y que incluso el líder de la Hermandad Musulmana de Egipto expresara su apoyo a la postura de Irán. Martin Van Creveld, publicó un artículo en el Internacional Herald Tribune, en el cual decía que, naturalmente, no deseaba que los iraníes llegaran a poseer tales armas, pero que si no han comenzado a desarrollarlas es que están locos. Cualquier Estado que se encuentre sujeto a esa clase de amenaza desarrollaría un arma de disuasión nuclear. Si las están desarrollando, no es para utilizarlas; no pueden utilizarlas. Serían destruidos en el acto. Pero funcionan como elemento disuasorio.