Cuenta Nicolae Steinhardt que Judas se condena porque razona con demasiada sutilidad, es demasiado ingenioso; es sofisticado. En casos difíciles lo mejor es aplicar solución simple, la simplista, la del sentido común, la del obstinado sentido común. Si haces juicios del tipo de “puesto que Jesús vino para salvarnos y puesto que para poder salvarnos tiene que ser crucificado y para ello es necesario que alguien le traicione, entonces me voy a sacrificar y le voy a traicionar”. Si haces juicios así, razonas de manera demasiado sutil y sofisticada. Y demasiado abstracta. Lo mejor es razonar de manera simple, como un hombre de campo, y aplicar la regla de que “pase lo que pase, yo no traiciono a mi amigo y maestro”.
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