Ana Comnena |
El compromiso bizantino con la educación femenina era ciertamente inusual. Las niñas de las familias aristocráticas o prósperas no iban a la escuela, pero las educaban en casa tutores privados. En el mundo bizantino de los siglos IX, X y XI, se alababa a las mujeres instruidas por ser capaces de disertar como Platón o Pitágoras. La más famosa de estas intelectuales fue la princesa Ana Comnena, quien describió las hazañas de su padre Alejo en una biografía bien escrita en la que cita profusamente a Homero y Eurípides. Pero además de estas figuras literarias, en el Imperio bizantino también había médicas, hecho digno de mención por su escasez en otras sociedades occidentales hasta época reciente.
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