Para la teoría austriaca de la primacía del individuo es fundamental la idea de que la economía es más un arte que una ciencia. Semejante idea puede sorprender a cualquiera que esté familiarizado con los economistas académicos convencionales, con sus gráficos y ecuaciones. Éstos argumentarían que mediante el uso de modelos económicos es posible establecer la probabilidad de prácticamente cualquier cosa, desde un cambio en los tipos de interés o un período de recesión hasta fenómenos en apariencia tan alejados del campo de la economía como los índices de embarazo o las posibilidades de una guerra. No obstante, pese a la confianza de quienes los practican, tales pronósticos científicos con demasiada frecuencia resultan erróneos, escribe Edmund Conway
Banco de Inglaterra |
Contaba Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra del 1 de julio de 2003 a 1 de julio de 2013, que cuando presentaba sus previsiones, de lo único que podía estar 100 por 100 seguro es de que éstas se revelaran equivocadas. No existe ninguna forma de predecir el futuro con precisión.
Carl Menger |
El padre de la escuela austriaca, Carl Menger, que publicó en 1871 sus Principios de economía política, sostenía que la economía era una ciencia social cuya meta era clasificar las acciones de las personas en un marco y un conjunto de pautas lógicos, no dejaba de subrayar algo que consideraba esencial, la naturaleza caótica de lo económico.
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