Rodríguez Zapatero |
La promesa realizada por José Luis Rodríguez Zapatero en el mitin de cierre de campaña de las elecciones catalanas del año 2003 acabaría por conformarse como una especie de metáfora de la nueva situación territorial. “Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el parlamento catalán”, proclamó en Barcelona, aceptando, con ello, una situación de paridad entre el Estado y sus Comunidades, en la que se daba por supuesto que el Estado debía aceptar las iniciativas de reforma estatutaria que llegasen a las Cortes Generales. Pues bien, dice Blanco Valdés, esa suposición iba a demostrarse una grave irresponsabilidad cuando la referida presunción de paridad echó a rodar una auténtica política de bola de nieve que será la que, a fin de cuentas, va a explicar la aprobación por parte del parlamento catalán de una reforma estatutaria que se llevaba literalmente por delante, jurídica y políticamente, el modelo autonómico español.
ERC editó 100.000 postales con la promesa de Zapatero |
El proyecto de Estatuto se insertaba en un marco territorial de naturaleza híbrida y de resonancias con toda claridad confederales, que con el tiempo debería conducir, de forma natural, hacia el horizonte, más o menos lejano, con el que trabajaba una de las partes,la nacionalista, que habían empujado el proceso de reforma, el horizonte de la secesión territorial, base para la independencia de un territorio que acabaría, antes o después, por configurarse como Estado. Las resoluciones parlamentarias sobre el llamado derecho a decidir, cuyo ejercicio comienza a exigirse por amplios sectores de la clase política catalana a partir de 2012, partirán, como núcleo central, de la afirmación nacional de Cataluña.
“El disparatado procedimiento seguido por el Estatuto de Cataluña tuvo algo que ver con una explosión de expectativas que sólo podía conducir a lo que los teóricos de los movimientos sociales llaman privación relativa. Hay ahora muchos más catalanes convencidos de que se les ha privado de algo sustancial que antes de iniciarse aquel proceso”, escribirá Santos Juliá en El Pais.
No hay comentarios:
Publicar un comentario