viernes, 7 de junio de 2019

Hikikomori



Hikikomori, este es el término japonés para indicar cuantos eligen retirarse de la vida social por largos períodos (de años o meses), buscando niveles extremos de aislamiento y confinamiento. Según las últimas estadísticas, en Japón viven cerca de 613 mil hikikomori en una edad comprendida entre los 40 y 64 años. A éstos se agregan otros 540 mil, pertenecientes a la faja de edad de 15-39 años. Tal fenómeno está relacionado “a particulares dinámicas sociales que caracterizan a la sociedad japonesa”, declara Andrea Lembo, superior regional del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras en Japón.

“La sociedad japonesa, explica Andrea Lembo, es muy competitiva, proyectada hacia la producción. Cuando jóvenes o personas de media edad salen de estos esquemas, a menudo buscan caminos alternativos. A veces, éstos llevan a escapatorias que terminan en patologías como los hikikomori. Más allá de los factores sociales, el fenómeno de los hikikomori está relacionado también con la constitución antropológica del individuo japonés; crear o vivir incómodo lleva a grandes complejos interiores. Por esto, las personas más frágiles prefieren alienarse”. “Nuestro trabajo pastoral, prosigue Lembo, nos hace al mismo tiempo operadores sociales, con particular atención al cuidado del vivir común. Hemos asistido a recorridos que de estas problemáticas han conducido a los hikikomori al descubrimiento de la fe en Cristo. Normalmente estos inician en el encuentro con una persona ya cristiana. A la amistad sigue un personal camino de fe que puede durar uno, dos o tres años. Estas experiencias son frecuentes”.


“El ser hikikomori, concluye Lembo, es una inclinación de la persona. La mayor parte de cuantos logran vencer esta condición, deberán hacer las cuentas con ella por el resto de sus vidas. En cambio para otros, se trata sólo de una estado de ánimo momentáneo, consecuencia de un particular fracaso escolar, laboral o relacional. Conociendo el cristianismo y con la ayuda de la comunidad logran luego no recaer. Sin embargo, es difícil ofrecer un cuadro general: muy dependiente solo del individuo o persona”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario