A causa de la incertidumbre que provoca el Brexit, al igual que la financiación a futuro de la formación superior y la demografía en el país, las universidades del Reino Unido dependen cada vez más de los estudiantes extranjeros que provienen de fuera de la Unión Europea. China es su principal cliente.
Hoy, los universitarios chinos en Gran Bretaña son más numerosos que todos los estudiantes europeos del primer ciclo juntos. Debido a la escasez de fondos, las universidades locales tratan de aprovechar las elevadas tasas de inscripción que imponen a los estudiantes que no pertenecen a la comunidad. Los números casi se han triplicado en la última década y continúan creciendo a un ritmo de más del 10% por año. Los estudiantes chinos ahora representan la segunda nacionalidad después de los ingleses y, en algunos casos, llegan a constituir el 12,5% del alumnado.Según la Higher Education Statistics Agency (HESA), hace 12 años, los chinos que estudiaban en el Reino Unido eran 43.530. Una década después, el total se ha elevado a 106.530; y el número llega a 127.330 si se incluyen los jóvenes que provienen de Hong Kong, Macao y Taiwán.
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