domingo, 2 de junio de 2019

La represión religiosa de Fidel Castro


Fidel Castro estrechando la mano del cardenal Raúl Silva Henríquez 
Carlos Franqui cuenta que en 1961 “Fidel Castro expulsó de Cuba a la casi totalidad de los sacerdotes católicos, monjas, cerró la Universidad Católica y los colegios religiosos y la mayoría de las iglesias”. Cerca de seiscientos eclesiásticos, sobre un total de ochocientos, dejaron la isla. La persecución religiosa del régimen fue coherente con la tradición castrista, consistente en castigar a quienes los ayudaron a tomar el poder en 1959 (cuando nadie sospechaba que Fidel escondía un plan comunista). Recuerda Huber Matos que durante la lucha contra Batista, los sacerdotes eran “muy atentos con todos y, de manera especial, afectuosos con Fidel”. Afecto que el propio Castro agradeció y reconoció: “los católicos de Cuba han prestado la cooperación más decidida a la causa de la libertad”. Precisamente, muchos sacerdotes obraron de tesoreros del Movimiento 26 de Julio y no fueron pocos los laicos católicos que saludaron con agrado la revolución de 1959. La Iglesia no sospechaba que Fidel, educado desde niño por los padres jesuitas y de cuyo cuello indefectiblemente colgaba una cadena con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre (Patrona de Cuba), fuera marxista y ateo y que una vez en el poder llevaría adelante una feroz represión religiosa.



El Papa Francisco afirmó que hoy hay más mártires cristianos que en los primeros siglos. En su cuenta de Twitter el lunes 27 de mayo, dijo que “actualmente hay muchos cristianos asesinados y perseguidos por el amor a Cristo…..dan su vida en silencio, porque su martirio no es noticia: pero hoy, hay más mártires cristianos que en los primeros siglos”, agregó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario