martes, 30 de abril de 2024

La imagen romántica de la revolución cubana poco tiene que ver con la realidad

La élite en el poder en Cuba se ha servido de la revolución para someter al pueblo durante más de 60 años. La imagen romántica que se ha vendido de este movimiento, poco tiene que ver con la realidad. Ha sido sangriento, opresor y discriminatorio desde su origen. Como reconoció el propio Ché Guevara en su discurso ante la ONU en 1964, llevaron a cabo una auténtica limpieza de opositores nada más llegar al Gobierno. "Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando", advirtió. Con la revolución empezó la dictadura del terror. Al cubano no le está permitido vivir conforme a sus convicciones.
"La revolución cubana es sencillamente un grupo de gente que está viviendo con los privilegios históricos que han acumulado sobre la base del sufrimiento de un pueblo entero. No es otra cosa", dice el abogado cubano Viera Cañive. El régimen ha demostrado ser "super conservador". "Lo que menos ha hecho es revolucionar nada, desde hace muchísimo tiempo. Ha decidido permanecer estático en un lugar que le permita mantener el poder. No hay ninguna revolución”. Separan a los negros de los mestizos en los registros oficiales. Según el último censo publicado (2012), la población negra representa alrededor del 10% y la mulata cerca del 25%. Juntas sumarían un 35%. El objetivo de realizar esta división es minimizar la visibilidad de la población negra, a la que el régimen considera de una categoría inferior y más propensa a la delincuencia.Aunque la esclavitud en la isla se abolió en 1886, la población afrocubana ha tenido que seguir luchando por unas condiciones de vida dignas hasta nuestros días. Fidel Castro, conocedor del peso de la masa negra en el país, les colmó de promesas. La revolución ha hecho gala de unos valores de igualdad con los que no ha cumplido. Para el régimen los negros no son más que una cuota que utilizan a su antojo para aparentar que en Cuba no hay un problema de racismo.
“ Fidel Castro siempre fue muy reticente con el tema de la mariconería, como decimos en Cuba", señala Viera Cañive. Dejó claro que "no iban a ser toleradas en el interior de la revolución". "La imagen que tenían que ofrecer era la de machos, guerrilleros militares, vestidos de verde. Y esa es la que han sostenido. Hasta hace muy poco tiempo, había un delito en el Código Penal que decía que el que le propusiera relaciones homosexuales a otro podría ser sancionado".Desde las organizaciones estudiantiles se animaba a los alumnos a delatar a los compañeros que "mostraran desviaciones". 


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