jueves, 23 de marzo de 2023

Nuestro españolismo no impide que seamos catalanes

Cuenta el historiador y sociólogo Santos Juliá que “en Torras, como en Almirall, el combate contra el unitarismo derivado de la Revolución francesa y de las políticas jacobinas y centralizadoras que fueron su resultado, y el renovado amor a la patria catalana, no eran contradictorios con el sentimiento de una patria común llamada España. Al contrario, se trataba de garantizar a ésta un amor que no podía tener ya su origen en aquella “unidad del pensamiento” impuesta por el unitarismo. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se había visto a todo el pueblo de España sacrificarse por la patria común, eso no ocurría desde la Guerra de Independencia. Hoy, si se quiere fortalecer el vínculo de unión social, será preciso acudir a la región. La Iglesia es, por eso, regionalista, porque sólo en la afirmación de lo propio, en el rescate de la región, tendrá su asiento el verdadero, natural y constante amor a la patria. Nación y patria, en el lenguaje de Torras, pueden significar tanto España como Cataluña; región, no; región sólo se dice de Cataluña, no es la región la enemiga de la patria común; al revés, de la región toma la patria común su sustancia vital.”


Antoni Feliu i Codina

“Españolistas somos todos en esta región, pero nuestro españolismo no impide que seamos catalanes hasta la médula de los huesos”, escribe Antoni Feliu i Codina ( Barcelona , ​​noviembre 1846 - 4 de septiembre de 1917 ) que fue un periodista y político catalán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario