Daniel Innerarity escribe que “los enemigos de la libertad hoy ya no son poderes o personajes identificables, a los que pueda acusarse desde la inocencia, sino más bien hábitos propios a los que no es fácil reconocer, que cuentan con nuestra secreta complacencia. Lo señalaba Mario Vargas Llosa al advertir que en el futuro inmediato los desafíos a la libertad, en los paises democráticos, no serán las ideologías autoritarias, sino unos enemigos más solapados y por eso más difíciles de vencer como el aburrimiento, el hastío, la anomia cultural y espiritual, el conformismo y las rutinas en que van languideciendo sus beneficiarios.
La libertad está ligada a determinados estilos (innovación, fuerza, creatividad, aventura, riesgo….) difícilmente compatibles con una época de cansancio espiritual”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario