Coronación de Carlomagno por el papa León III. |
La Europa moderna se levanta sobre las ruinas del Imperio romano. Estas ruinas transmiten un sentimiento de continuidad, lo que es válido, sobre todo, en relación con las instituciones políticas. Cuando Carlomagno, el príncipe de los francos, es coronado emperador por el papa León III en la Navidad del año 800, ambos creen estar renovando el Imperio romano (translatio imperii). Los cancilleres de Carlomagno redactan sus leyes en latín, y el mundo culto escribe y se entiende en latín. Hasta nuestros días, el latín sigue siendo la lengua de la Iglesia romana, y la historia de Roma tiene un carácter ejemplar, como en un experimento histórico. Europa aprende de ella política.
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