El psiquiatra Edward Hallowell denominó “rasgo de déficit de atención” para describir lo que les ocurre a quienes no pueden evitar realizar varias tareas a la vez. También sostiene que el modo en que se administran los entornos de trabajo modernos contribuye a este problema, por el cual personas que en condiciones normales logran altos rendimientos experimentan dificultades para organizar sus tareas, se distraen con facilidad y se abstraen. En promedio, los trabajadores modernos se ven interrumpidos por mensajes instantáneos, alertas que anuncian la llegada de un correo electrónico o llamadas telefónicas cada tres minutos. Se ha estimado que en el trabajo, se gasta del veinticinco por ciento al cincuenta por ciento del día recuperándose de las interrupciones y preguntándose, ¿En qué estaba?. Una investigación llevada a cabo por Intel halló que los efectos de las interrupciones le cuestan a esa empresa mil millones de dólares al año en productividad perdida. La tecnología moderna puede literalmente atontarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario