Silencio de los médicos de Wuhan |
Según la agencia japonesa Kyodo, la dictadura china emitió entre agosto y septiembre una orden de mordaza para imponer el silencio entre los médicos de Wuhan, mientras en esos meses el régimen se vanagloriaba de haber frenado la pandemia en su país. En dicha orden advierte a los sanitarios de que podrían ser castigados por espionaje si revelan lo que sucedió durante la etapa inicial del brote que más tarde generaría la pandemia mundial, con lo que podrían enfrentarse incluso a la pena de muerte. La agencia japonesa cita además testimonios de los propios médicos que aseguran que las autoridades sanitarias les han comunicado que serán castigados por la ley si revelan su experiencia.
La China trata de borrar cualquier huella que le implique en el origen del virus. Para ello ha obligado a las instituciones académicas de Wuhan a eliminar los registros del virus y el tratamiento de la infección que guardaban hasta ahora. Esta no es la primera vez que China recurre a amordazar a su comunidad científica. No hay que olvidar el silencio que impusieron al oftalmólogo Li Wenliang, fallecido a causa del virus en el mes de febrero. Wenliang fue el primer sanitario que alertó de la enfermedad y fue obligado a retractarse incluso por la Policía que llegó a acusarle de difamación.Fue detenido junto a siete médicos más, algunos de los cuales han perdido también la vida luchando contra el virus en Wuhan.
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