Cuenta la Monja Coen, monja budista zen brasileña, que la idea de seguridad, de estabilidad, es una creación mental nuestra porque el mundo es transformación y movimiento. Si ahora no tengo seguridad sobre cómo será el mañana, nunca la tuve, era una ilusión. Nuestra vida es frágil, temporaria y finita. Lo primero es percibir la impermanencia, que no es perjudicial, porque también significa que lo que no está bien puede mejorar.
Tengo que adaptarme, dice Coen, a la realidad en la que estamos.Y además, todo lo que tenemos es este momento, el ahora. No sirve de nada querer que las cosas sean como antes porque la Tierra no para y vuelve hacia atrás.
¿Tienes mucha comida en casa? Coloca una mesita en la calle y ofrece comida para quien precisa. ¿Tienes mucha ropa? Dona a quien precisa ropa y tiene frío. Este es también un momento del despertar de la conciencia de solidaridad, de percibir que estamos todos en el mismo barco.
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