Rusia pidió a sus socios de la Unión Económica Euroasiática (UEE) y a China que limiten el uso del dólar y del euro en sus intercambios comerciales. El objetivo es reducir la dependencia del sistema monetario y financiero controlado por las potencias occidentales. Desde que se creó en 2014, la UEE, que incluye Kazajstán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán además de Rusia, ha fortalecido progresivamente sus vínculos con Beijing. El Kremlin nunca ocultó su deseo de conectar el área de libre comercio con la Belt and Road Initiative, el plan del presidente chino Xi Jinping para aumentar la centralidad de China en el comercio mundial. Varios observadores consideran que la unión de las dos iniciativas podría dar lugar a un gran bloque euroasiático, alternativo al occidental liderado por Washington.
Glazyev |
La UEE no tiene una moneda única como la Unión Europea. Para remediar esta carencia, Glazyev sostiene que debe tener su propio mecanismo de pagos internacionales, independiente del dólar que controla Estados Unidos y basado en las monedas nacionales de los países miembros y el yuan. Hasta el momento, solo la mitad de los pagos dentro de la UEE se realizan en monedas nacionales; los del comercio con China son incluso menos (15%). Para "desdolarizar" el espacio euroasiático, Moscú busca una contraparte en Beijing: ambos se encuentran penalizados por una serie de sanciones estadounidenses que también afectan el acceso al sistema financiero global. Según datos de las autoridades rusas, en el primer trimestre del año el 46% del comercio entre el gigante asiático y Rusia se realizó en dólares, el 30% en euros, 17% en yuanes y 7% en rublos. Los proyectos de integración entre la UEE y China, sin embargo, chocan con problemas geopolíticos. Hasta ahora en Asia Central, Moscú y Beijing se han dividido las tareas, ejerciendo el primero el liderazgo en el ámbito de la seguridad y el segundo en el económico. Ahora el compromiso estratégico de China en la región es cada vez más fuerte, como lo demuestra la presencia de personal militar chino en Tayikistán.
Por otra parte, el peso de la Belt and Road en la región ha disminuido en los últimos tiempos, reduciéndose casi a cero, por efecto de la pandemia de Covid-19. También existe un creciente descontento de la población de las ex repúblicas soviéticas de Asia Central con las empresas chinas.
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