Theodor Adorno y Max Horkheimer |
Los marxistas Theodor Adorno y Max Horkheimer advirtieron que, en última instancia, el argumento decisivo contra el homicidio es de carácter religioso. Hablar de fraternidad humana solo tiene sentido si somos hijos de un Padre común. La mera solidaridad biológica entre miembros de la misma especie no garantiza una convivencia verdaderamente humana, no impide una consideración utilitaria del otro y de la sociedad en su conjunto.
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