Liszt |
Franz Liszt en la gira de conciertos que ofreció en Berlín desde diciembre de 1841 a marzo de 1842 no sólo se dedicó a ganar dinero, sino también a perderlo. Para él saber perderlo era mucho menos trágico que olvidar ganarlo. De los veintiún conciertos que ofreció nueve fueron benéficos; además colaboró en la terminación de la catedral de Colonia, ayudó a la Universidad de Berlín, destinó fondos a un hogar de niños y aprovisionó de dinero a un grupo de jóvenes músicos sin posibilidades económicas.
Catedral de Colonia |
Al iniciar sus paseos Liszt obligaba a su criado a llenarse el bolsillo derecho con monedas de plata y el izquierdo con monedas de cobre. Las primeras eran para gastar. Las segundas para repartir. Pero ocurría que entregaba las de plata a niños y mendigos, mientras que las de cobre regresaban intactas a casa. Diez años antes de su muerte y con los recitales públicos totalmente marginados ocurrió que sólo las desgracias podían arrancarle de su letargo, y eso es lo que aconteció el miércoles de ceniza de 1876, cuando el Danubio se desbordó a su paso por Viena y dejó quince mil damnificados. Liszt ofreció inmediatamente un recital y el dinero recaudado (8.000 florines) lo destinó al fondo de emergencia.
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