Goethe |
A quienes pretenden que los sabios académicos son superiores a la gente común, y que los pueblos son ignorantes, hay que recordarles que no fueron los sabios doctores sino los pueblos ignorantes quienes acuñaron las lenguas, refinaron los oficios, ennoblecieron al mundo de leyendas y de mitologías y encontraron en su camino a los dioses. Que la más honda sabiduría siempre brotó de las almas en contacto profundo con la realidad, y siempre fue el fruto de un movimiento del espíritu creador, no una vana repetición de cosas sabidas. Que el saber no puede ser trasmitido por la violencia ni por la codicia, sino, a lo sumo, como pensaba Goethe, por el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario