Erich Fromm se pregunta en que se diferencia el hombre del animal.No es por la posición erecta, se contesta Fromm. Eso existía ya desde mucho antes en los monos, bastante antes de que se desarrollara más el cerebro. Tampoco es por la utilización de herramientas, sino por algo decisivamente nuevo, por una cualidad totalmente distinta, la autoconciencia. También el animal tiene una conciencia, una conciencia de los objetos, sabe que esto es una cosa y eso es otra. Pero cuando surgió el hombre, mostró una conciencia distinta y nueva, la conciencia de sí mismo. El hombre sabe que él es y que es otra cosa, distinta de la naturaleza, distinta también de los otros hombres. Tiene la vivencia de sí mismo, está consciente de que piensa, de que siente. En el reino animal no existe nada análogo. Esto es lo específico que hace que el hombre sea hombre.
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