El aborto “no se trata del derecho de la mujer a decidir si quiere o no tener hijos” porque “el hijo ya lo tiene”. Por tanto, se trata de un argumento que está “mal planteado” ya que la decisión que está en juego “es si nace vivo o va a salir muerto”. Acabar con la vida del niño nunca será “un mal menor”. “Un mal menor podría ser darlo en adopción, pero matarlo siempre es un mal mayor, no existe ningún planteamiento médico-científico para decir que es éticamente aceptable un aborto una semana antes o una semana después. Esa especie de frontera de los tres
meses, parece que está formulada con la pretensión de tranquilizar la conciencia. Como si dijésemos que no existe la vida antes de los tres meses, cuando todos los datos nos dicen que la vida comienza en el momento de la concepción”, afirma Don Jose Ignacio Munilla.
Contestando a quien afirma que es la pobreza la que supuestamente lleva a las jóvenes a abortar, el prelado recuerda que “las clases sociales ricas también abortan, y si la pobreza es la justificación para que el niño no nazca, es mejor acabar con la pobreza que con la vida del niño”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario