La idea de propiedad privada supone que si usted trabaja, los frutos de su trabajo son suyos y no de su vecino. No importa cuánto necesite su vecino lo que usted tiene, éste no tiene derecho sobre ello y, por tanto, no puede quitárselo por la fuerza. Si él quiebra y no puede seguir pagando la universidad de sus hijos, no puede venir con una pistola a su casa para quitarle parte de su ingresos y así poder seguirla pagando. Dice Axel Kaiser que no hay un “derecho a la propiedad ajena”, da lo mismo cuánto la necesite el que reclama ese derecho. Si aceptáramos lo contrario, esto es, que hay un derecho a la propiedad de otro cuando la necesitamos, el orden social completo colapsaría.
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