Hoy en día la palabra libertad se ha rebajado tanto que se la han quedado a precio de saldo los líderes políticos. La peor parte del envilecimiento ha consistido en privar a la libertad de la responsabilidad.
Junqueras y Puigdemont |
Y hablando de libertad, escribe Beatriz Becerra que los secesionista ansían tanto la libertad que olvidan la de los demás. Su derecho a decidir es en realidad su derecho a que no decidamos todos. Cuando piden libertad para los políticos presos es obvio que donde dicen libertad deberían decir impunidad. Lo más paradójico es que las primeras medidas que prometen los nacionalistas son golpes contra la libertad. Quieren recuperar las fronteras nacionales, limitando así la libertad de movimiento que trajo consigo la construcción europea. Quien no recuerda como Puigdemont y Junqueras, con la colaboración necesaria de otros, anularon la libertad y los derechos de los diputados de la oposición en el parlamento autonómico para poder aprobar sus leyes golpistas.
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