martes, 4 de septiembre de 2018

Con John McCain se cumple aquella sentencia de que no hay muerto malo.

Con John McCain se cumple aquella sentencia de que no hay muerto malo. El país entero, y el mundo, salvo excepciones, mostraron su consternación por su fallecimiento el 25 de Agosto pasado. Incluso su carcelero durante los cinco años en que estuvo preso en Vietnam,
Tran Tron Duyet, dijo estar apenado por la muerte de quien es considerado un héroe en todo Estados Unidos.“Las cosas le van a ir muy mal”, le dijo el encargado de interrogarlo. Cinco años estuvo allí. Fue torturado. La vida para él ya no sería igual, necesitó terapia psiquiátrica y nunca más pudo levantar sus manos sobre su cabeza.  Su espíritu militar le sobrevivió en su carrera política. McCain es producto de una época en que la hegemonía estadounidense era incuestionable, dice  el periódico El Comercio.

Apoyó desde el Senado todas las guerras en que intervenía
Estados Unidos, incluso a pesar de todo lo que él sufrió. “John McCain es un héroe americano de la era de la guerra y el terrorismo”, dice The Guardian. Varios ciudadanos de férrea orientación demócrata en Estados Unidos no habrían depositado jamás su voto por McCain.


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