lunes, 17 de septiembre de 2018

En la amistad, el encuentro siempre es una revelación.


Francesco Alberoni, catedrático de sociología, dice que cuando dos personas dicen que se encuentran únicamente en la cama, para hacer el amor, significa que tienen muy poco en común o que su relación esta por llegar a su fin. En la amistad, el encuentro siempre es una revelación, el descubrimiento de algo de nosotros mismos y del mundo gracias al otro. Cada encuentro deja una reserva de simpatía, de confianza, de afecto.

El encuentro erótico, declara Alberoni, puede salir bien o salir mal y se lo juzga en cada ocasión. En la amistad no emitimos un juicio sobre el encuentro. Si algo se malogró, si hubo alguna incomprensión, no lo tomamos en cuenta, lo borramos de la lista. Habrá una próxima vez. La amistad no quiere juzgar, es paciente. En el erotismo masculino cada encuentro se juzga de modo independiente, se valora olvidando el pasado. Si ya hay amor, ocurre como en la amistad, las desilusiones no cuentan. Pero si no hay amor, si el amor debe nacer precisamente de los encuentros eróticos, todo se cuestiona y siempre, porque algunas desilusiones bastan para causar irritación y disgusto en la misma medida en que interrumpe la relación.


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