Jemeres rojos entrando en Phnom Penh |
Lo que narro es un suceso real que en su momento escribió un periodista, como notario de la historia de la humanidad:
Tras la muerte de su mujer, un padre criaba solo a su hija de cinco años. Una mañana, mientras estaba arando, encontró dos caracoles en la tierra húmeda. Los mostró con orgullo a su hija, que se había quedado en el talud. En plena hambruna, era un verdadero tesoro. En el momento en que se guardaba los caracoles en el bolsillo, se aproximaron unos jemeres rojos. Era un individualista, un enemigo del Angkar. Lo golpearon y lo ataron a un poste, junto al arrozal.
Tras la muerte de su mujer, un padre criaba solo a su hija de cinco años. Una mañana, mientras estaba arando, encontró dos caracoles en la tierra húmeda. Los mostró con orgullo a su hija, que se había quedado en el talud. En plena hambruna, era un verdadero tesoro. En el momento en que se guardaba los caracoles en el bolsillo, se aproximaron unos jemeres rojos. Era un individualista, un enemigo del Angkar. Lo golpearon y lo ataron a un poste, junto al arrozal.
El genocidio de los Jemer Rojo en Camboya |
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