Como es ilegal, el soborno a los funcionarios del gobierno no recibe prácticamente ninguna mención en los estudios económicos. Sin embargo, la ciencia económica debería analizar todos los aspectos del intercambio mutuo, sean estos legales o ilegales. El soborno a funcionarios es un precio en pago de un servicio. ¿Qué servicio? El de evitar aplicar los que dicta el gobierno a la persona particular que paga el soborno. La aceptación de un soborno es equivalente a la venta de un permiso para hacer cierto tipo de negocios. Por tanto, dice el profesor Murray Rothbard, la aceptación de un soborno es idéntica a la venta de una licencia gubernamental para dedicarse a un negocio u ocupación. Y los efectos económicos son similares a los de una licencia. No hay diferencia económica entre la compra de un permiso gubernamental para operar mediante una licencia o pagando informalmente a funcionarios gubernamentales. Lo que recibe el que soborna es, por tanto, una licencia oral e informal para operar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario