Bernard Shaw decía que “hay dos catástrofes en la existencia: la primera, cuando nuestros deseos no son satisfechos; la segunda, cuando lo son”. Frustración o decepción. Sufrimiento o aburrimiento. Inanición o inanidad. Es el mundo del Eclesiastés: “Vanidad de vanidades, todo vanidad”.
Vanidad de vanidades. |
Pascal explica que no se vive nunca para el presente, se vive un poco para el pasado, explica, y, sobre todo, mucho, mucho para el futuro. El fragmento se termina con estas palabras: “De esta manera no vivimos nunca, pero esperamos vivir; y, estando siempre dispuestos a ser felices,
es inevitable que no lo seamos nunca”. ¿Qué hacer? ¿Cómo evitar este ciclo de la frustración y el aburrimiento, de la esperanza y la decepción? Hay varias estrategias posibles. En primer lugar, el olvido, la diversión, como dice Pascal: “¡Pensemos rápidamente en otra cosa!”
Frustración y aburrimiento. |
¿Que hacer? Hay mucha gente que finge ser feliz, muchos fingen que nunca morirán. Es una estrategia no filosófica, puesto que en filosofía se trata precisamente de no fingir, dice André Comte-Sponville. La respuesta está en que serás feliz cuando hagas felices a los demás sin preocuparte de tu propia felicidad.
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