viernes, 16 de junio de 2017

La esencia de lo bueno.


Schlick dice que la ética teológica contiene dos concepciones de la esencia de lo bueno. Según la interpretación más superficial, lo bueno lo es porque Dios lo quiere así; de acuerdo con la interpretación más profunda, Dios quiere lo bueno porque es bueno. 

Ludwig Wittgenstein considera que la primera concepción es la más profunda, lo bueno es lo que Dios manda. Esto corta el camino a toda explicación de “por qué” es bueno, mientras que la segunda concepción es precisamente la superficial, la racionalista, que procede como si lo que es bueno todavía se pudiera fundamentar. La primera concepción afirma claramente que la esencia de lo bueno no tiene nada que ver con los hechos y que, por consiguiente, no puede explicarse mediante proposición alguna. Si alguna proposición expresa precisamente lo que quiere decir Wittgenstein es: lo bueno es lo que Dios manda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario