El ranking que elabora el Foro Económico Mundial sitúa el sector turístico español como el más competitivo del mundo, por delante de Francia y Alemania. Las principales razones según un informe de CaixaBank es una combinación única de entorno natural y cultural, y unas buenas infraestructuras de transporte y de servicios turísticos.
El sector ha hecho un esfuerzo considerable por aumentar la calidad de la oferta, consciente de las ventajas que aporta la diferenciación. Actualmente, más del 50% de las plazas hoteleras tienen una categoría de cuatro o cinco estrellas, las empresas del sector son más productivas que sus homólogas europeas y España cuenta con más restaurantes que nunca en las listas más reputadas de lugares de peregrinaje gastronómico.
El sector cuenta, dice el informe de Caixabank,con claras
oportunidades de crecimiento a largo plazo que puede aprovechar. Se trata, por su naturaleza, de un sector de futuro, ya que la proporción del gasto que los hogares dedican a turismo suele crecer con su nivel de renta. Los países emergentes, por tanto, muy probablemente constituirán una fuente creciente de flujos de turistas, tal y como comenzamos a ver con China. Por otra parte, el envejecimiento de la población europea y de otras economías avanzadas impulsa una demanda muy atractiva, ya que suelen ser personas de rentas relativamente elevadas y que viajan fuera de los periodos de máxima afluencia turística. Las nuevas tecnologías también ofrecen un mundo de oportunidades, por ejemplo, para mejorar la experiencia del cliente facilitando ofertas de experiencias locales personalizadas.
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