Según el Evangelio de San Juan, Jesús mismo experimentó la muerte de un amigo, Lázaro, y lloró como lo hiciera el primer ser humano. Simplemente experimentó la sensación de desgarro que nos produce la separación. Pero, a diferencia del resto de los simples mortales, era capaz de resucitar a su amigo. Y lo hizo, según Él, para demostrar que “el amor es más fuerte que la muerte”. En el fondo, este mensaje es lo esencial de la doctrina cristiana de la salvación. Para aquellos que aman, para aquellos que confían en la palabra de Cristo, la muerte no es más que una apariencia, un tránsito. A través del amor y de la fe, podemos obtener la inmortalidad, escribe el filósofo Luc Ferry.
Luc Ferry |
Constatamos aún hoy que las civilizaciones que no han conocido el cristianismo tienen grandes dificultades para crear regímenes democráticos, sobre todo porque la idea de igualdad no tiene nada de evidente para ellos, dice Luc Ferry. Poco importa que uno rece una o cien veces al día, poco importa que esté prohibido o no comer esto o aquello. Todas o casi todas las leyes resultan aceptables siempre que no afecten al fondo, al espíritu de un mensaje cristiano que no tiene nada que ver con lo que se come, ni con los hábitos que se tienen, ni con el respeto a los rituales…..La idea de la igual dignidad de los seres humanos convertirá a la humanidad en un concepto ético de primer nivel. Con ella, la noción griega de bárbaro, sinónimo de extranjero, tiende a desaparecer para dejar paso a la convicción de que la humanidad o es una o no es. En una jerga filosófica que tiene mucho sentido usar en este punto, se podría decir que la cristiana es la primera moral universalista.
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