La libertad, como valor político, no es sino la confianza que se tiene en los individuos para seguir un orden racional sin que nadie se lo imponga; la política del desorden es una contradicción en los términos, y, por lo tanto, cualquier forma de anarquía resulta ajena a la postura liberal. “Buenas instituciones virtuosamente administradas”, la fórmula que dio John Stuart Mill para el correcto funcionamiento de una democracia representativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario