Escribe el filósofo francés Étienne de La Boétie que “una sociedad libre sería aquella en la que los hombres, no cediendo al deseo de servir-dominar, pudieran verse como semejantes, esto es, como amigos y no como cómplices, usurpadores o traidores; sería aquella en la que los hombres, no cediendo ni a la ambición ni a la envidia, pudieran interiorizar el pensamiento de que no hay condición más miserable que vivir sin tener nada que sea propio, debiendo a otro el gusto, la libertad, el cuerpo y la vida.
Étienne de La Boétie |
Nuestra naturaleza, añade de La Boétie, es tal que los comunes deberes de la amistad se llevan una buena parte del curso de nuestra vida. Es razonable amar la virtud, estimar las buenas acciones, reconocer el bien de quien se ha recibido, y a menudo disminuir nuestra comodidad para aumentar el honor y las ventajas de aquel que amamos y lo merece. Así pues, si los habitantes de un país han hallado algún personaje que les haya mostrado fehacientemente una gran previsión para protegerles, una gran audacia para defenderles, una gran solicitud para gobernarlos; si a partir de entonces se acostumbran a obedecerle, y se fían de él tanto como para darle algunos privilegios, no sé si obrarán sabiamente, en tanto que con ello se le desplaza de una posición en la que hacía el bien para ponerlo en situación de poder hacer el mal.
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