Descenso al infierno |
El infierno no es más que el resultado del apartarse de Dios. Se trata de una separación que sólo el hombre mismo puede llevar a cabo cuando renuncia deliberadamente al amor de Dios. El infierno es como un estado de irremediable soledad y abandono; de odio incontenible; de eterna y frustrada búsqueda de Dios; de torturante remordimiento. A la soledad y la angustia hay que añadir el lacerante remordimiento del condenado. Sabe que está en el infierno porque lo ha escogido libremente.(Leo J. Trese)
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