Los paises que tuvieron la fortuna de agruparse bajo el paraguas de la OTAN después de 1945, pudieron dedicar sus presupuestos a las mejoras internas, sin preocuparse de las inmigraciones masivas del resto de Europa, y mucho menos de otros continentes. Al cambiar esta situación parece que la confianza ha desaparecido. No obstante, dice Tony Judt (Londres, 2 de enero de 1948 - Nueva York, 6 de agosto de 2010), es cierto que la confianza y la cooperación fueron las cruciales piedras angulares del Estado moderno, y cuanto mayor era la confianza más próspero era el Estado. William Beveridge (Bengal, Bangladés, 5 de marzo de 1879 - Oxford, Reino Unido, 16 de marzo de 1963) podía dar por sentado en la Inglaterra de su tiempo un alto grado de armonía moral y compromiso cívico. Como tantos liberales nacidos a finales del siglo XIX, simplemente partía de la base de que la cohesión social no sólo era un objetivo deseable, sino también una suerte de condición previa. La solidaridad, con los conciudadanos y con el propio Estado, antecede a las instituciones del bienestar que le dieron forma pública.
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