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Rousseau |
Mínimo de sentimientos comunitarios y sacrificios colectivos cuya carencia provoca que la privatizada vida contemporánea corra el riesgo de diluirse en un vacío amoral, falto de nervio y de sentido, dice el profesor Gonzalo Díez. El vacío de aquellos esclavos dichosos de los que hablaba Rousseau con desprecio porque entregaban su libertad y virtud a los gobernantes a cambio de que éstos les garantizasen los medios de su disfrute.
Weber teme de ese mundo racionalizado, carente de rutina religiosa, sumido en un pluralismo conflictivo, el triunfo de
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Weber. |
un capitalismo bucanero, sin unos mínimos de ética y de virtud, y de las religiones sustitutorias propagadas por intelectuales carentes de una ética de la responsabilidad. Constant teme que el hedonismo, también criticado por Weber, lleve a la instauración de un despotismo benévolo que convierta a los modernos en esclavos dichosos.
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